Mujeres excepcionales de la historia: Rigoberta Menchú
Valores que inspiran el trabajo y la superación
La historia de Rigoberta Menchú Tum, líder indígena guatemalteca y Premio Nobel de la Paz, es un ejemplo de cómo la perseverancia, la solidaridad y el compromiso pueden transformar tanto la vida personal como la de toda una comunidad.
Recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992 por su trabajo en favor de la justicia social, los derechos humanos y el reconocimiento de los pueblos indígenas, especialmente en Guatemala y en toda América Latina.
Destacó por su labor de:
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Dar voz a los pueblos indígenas, tradicionalmente marginados y silenciados.
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Defender los derechos humanos, especialmente de las mujeres, los trabajadores y trabajadoras rurales y las comunidades originarias.
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Promover la reconciliación y la paz tras décadas de conflicto armado en Guatemala, impulsando el diálogo y la no violencia.
Su historia personal, marcada por la pobreza, la discriminación y la pérdida de familiares durante el conflicto guatemalteco, la llevó a convertirse en una figura internacional comprometida con la dignidad, la educación y la igualdad de oportunidades.
En el ámbito laboral, estos valores resultan esenciales para construir entornos donde prime el respeto, la colaboración y la diversidad. La capacidad de afrontar las dificultades con determinación, de escuchar y de trabajar por un objetivo común, son cualidades que fortalecen tanto a las personas como a los equipos.
Desde el programa ORIENTA destacamos el ejemplo de Rigoberta Menchú como una inspiración para quienes buscan desarrollarse profesionalmente, recordando que el desarrollo profesional debe ir siempre acompañado de compromiso ético y humano.





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