Siete profesiones donde la mujer rompe el maleficio salarial
La feminización alcanza a profesoras de FP, agentes de seguros, ingenieras agrícolas y responsables de recursos humanos, entre otras profesionales.
Los hombres ocupan puestos de mando mientras las mujeres se encargan de cuidar a niños y enfermos. Esos eran los dos extremos del mercado laboral español en 2011 y siguen siéndolo, con pocos avances desde esa fecha, primer año disponible para analizar la evolución de las profesiones. Los hombres copan el 60% de los empleos de dirección, los mejor pagados, mientras que en las tres categorías profesionales con los peores sueldos más de la mitad de sus trabajadores son mujeres.
Pero siete categorías o familias profesionales se escapan de esa dinámica. Con sueldos superiores a la media de las 174 disponibles en la Encuesta de Población Activa (EPA),las mujeres han conseguido en ellas la paridad, según revela un análisis de microdatos del INE elaborado por EL PAÍS a partir del trabajo del técnico de empleo Enrique Negueruela, que pronto publicará Comisiones Obreras. Son las ingenieras agrícolas, químicas, analistas de finanzas, profesionales de ventas de productos técnicos y médicos, profesoras de FP, entre otras.
Las mujeres no logran acceder a los puestos de dirección y gerencia, los mejor pagados, ni siquiera en aquellas profesiones en las que son mayoría. En los cuidados de personas mayores o enfermas hay un 92% de mujeres, pero los puestos de dirección son para ellos en un 63% de los casos. Una situación parecida se da en los medios de comunicación, profesión muy feminizada: en las 30 mayores empresas de comunicación de España hay 268 cargos de gestión y en el 75% de ellos el sillón lo ocupa un hombre. En general, en los puestos de dirección y gerencia en España hay 260.000 hombres frente a 143.00 mujeres.
Puestos más altos
Sí hay profesiones donde las mujeres han dado un paso importante hacia la paridad los últimos siete años en las categorías más altas, directores y gerentes, es decir, ocupan entre el 45% y el 50% del total. Es el caso de las directoras financieras, de recursos humanos y de políticas de planificación, siguiendo la descripción del INE, donde son el 47%, diez puntos más que en 2011. Este salto lo han dado también en otras categorías con salarios por encima de la media nacional: agentes de seguros, analistas y especialistas en finanzas, profesionales de ventas de productos técnicos y médicos, biólogas e ingenieras agrícolas, profesoras de formación profesional y la tríada de físicas, químicas y matemáticas.
¿Por qué estas profesiones y no otras? Los expertos consultados no tienen una respuesta clara. Enrique Negueruela subraya que la crisis económica ha mezclado las cartas del juego: «Ha sido un momento en el que muchos trabajadores se han movido hacia otros empleos, dejando, al menos durante un tiempo, un hueco».
Cada categoría profesional tiene sus matices. En el caso de los analistas financieros, donde las mujeres ya son un 52%, «se trata de un sector que viene de despachos de tradición familiar, donde siempre fue normal el trabajo femenino», apunta José Manuel Sánchez Morán, presidente de la Asociación Española de Asesores Financieros y Tributarios (AEAFyT). Aún más importante, se ha empezado a romper un techo: «Antes el dueño o socio principal del despacho siempre era hombre. Ahora, cada vez hay más socias».
Estas especialistas financieras se han multiplicado por dos en siete años. Es un dato importante ya que la profesión se enmarca en la segunda categoría con mayores sueldos, según la Estadística de Estructura Salarial del INE.
Las estadísticas tampoco recogen matices en el sector de las materias científicas. Sí los identifica Adela Muñoz, presidenta de la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas (AMIT) en Andalucía y catedrática de química inorgánica. «En química las mujeres han ganado gran visibilidad a lo largo de los años y eso ayuda a nivel laboral. Por ejemplo, la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, es química». En la disciplina de física se notan mejoras, pero queda más camino por recorrer, señala Muñoz, aunque el escenario peor es en las matemáticas: «Desde que esta carrera se relaciona más con las tecnologías y menos con la enseñanza, hay cada vez menos mujeres». Ha pasado a ser «cosa de chicos», de ahí la cantidad de programas para impulsar la presencia femenina en este sector.
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