La experta en Neuroimagen Cognitiva rebate la idea de que el cerebro femenino es inferior al masculino

Gina Rippon: «Criemos hijas intrépidas e hijos solidarios»

La experta en Neuroimagen Cognitiva rebate la idea de que el cerebro femenino es inferior al masculino

«Aún hay niñas con muchas habilidades que piensan que las matemáticas son cosas de niños», lamenta.

Desmontar las seculares y «extravagantes» creencias que discriminan a la mujer por una supuesta inferioridad de su cerebro respecto al del hombre es el caballo de batalla de Gina Rippon, catedrática honoraria de Neuroimagen Cognitiva en el Aston Brain Centre de Birmingham (Reino Unido), que publica  ‘El género y nuestros cerebros’ (Galaxia Gutenberg) para plantar cara a la «neurobasura» alimentada de «perniciosas neurotonterías» que, según denuncia, obstaculizan la igualdad de género  y el progreso social.

-¿Está plenamente demostrada la inexistencia de diferencias significativas en el cerebro humano por razón de sexo?
-Todos los cerebros son diferentes entre sí, pero no lo son por motivos del sexo.

-O sea, que la biología no es el destino….
-La bilogía forma parte del destino, pero no es la que lo marca.

-¿Es la plasticidad del cerebro lo que nos hace diferentes?
La plasticidad influye en la evolución del cerebro y determina cómo es. Eso tiene que ver con las experiencias que vivimos y con nuestras aptitudes.

-Sin embargo, siguen vigentes las creencias que insisten en que el cerebro de las mujeres está dominado por el hemisferio derecho, «emocional» y en cierta medida inferior, y el de los hombres, por el hemisferio izquierdo, «más lógico».
Es una vieja creencia que catalogaba al hombre como más lógico y racional y a la mujer como más emocional. Eso venía muy bien para justificar que los hombres y las mujeres fuesen diferentes y relegar así a la mujer a categorías inferiores. Es una neurotontería superada.

-Lo cierto es que  el cerebro de la mujer es 140 gramos más ligero que el de los hombres.
Es un 10% más pequeño, como el hígado o los riñones. Es porque el hombre suele ser más grande. ¿Por qué no hablamos entonces de riñones de género? El cerebro de los elefantes es más grande que el de los hombres y no por ello son más inteligentes.

-¿Se debe la supuesta incapacidad de la mujer para leer mapas a que su cerebro está conectado de forma diferente al de los hombres?
La mujer está igual de capacitada que el hombre para leer mapas. Lo que sucede es que los chicos suelen crecer con juegos y deportes que agudizan esa habilidad, mientras a las niñas se las deja cuidando a las muñequitas.

-¿En qué consisten la neurobasura y las neurotonterías que usted tanto detesta?
-En todas esas teorías, libros de autoayuda y folletos que circulan desvirtuando los importantes  descubrimientos de la neurociencia a partir de 1990, cuando se desarrollaron técnicas de imagen para ver los cerebros. Los neurotontos justificaron así esa creencia de que los hombres y las mujeres son diferentes porque lo son sus cerebros. Y lo son, pero son muchas más las similitudes que las diferencias. Ni el hombre es de Marte ni la mujer es de Venus.

-¿Obstaculizan esas ideas vinculadas el determinismo biológico, el progreso social y la igualdad de oportunidades?
-Desde luego que sí, porque si creemos que nuestro cerebro está ya diseñado, no es plástico, y no puede adquirir capacidades, no tiene sentido querer cambiar los estereotipos. Esas ideas son injustas y un lastre para la igualdad de géneros.

-Se trata de estereotipos utilizados para tomar decisiones políticas…
-¡Claro! Habrá políticos que defiendan una sociedad más diversa, pero se toparán siempre con quienes creen que la mujer carece de ciertas destrezas. Aparecen entonces apuestas por la paridad cuando lo que importa  es la capacitación y no el género. Hay que romper estereotipos para que las mujeres, desde niñas, sean animadas a optar en igualdad de condiciones a los mismos trabajos que los hombres.

-¿Maduran al mismo tiempo los cerebros de chicos y chicas?
-Maduran antes los de las niñas pero eso no determina  su comportamiento.

-Las niñas suelen ser más dóciles que los chicos en la niñez. ¿Por qué?
-Yo creo que es porque a los niños se les cría para que sean valientes y a las niñas para que sean perfectas, ordenadas, estudiosas y amables.

-¿Habría que hacer lo contrario para igualarlos?
-Hagamos a las niñas más intrépidas y a los niños más solidarios. Que los niños expresen sus emociones y ellas sean más resilientes para derribar los perniciosos clichés.

-La realidad de que existan más matemáticos que matemáticas, ¿sólo responde a una realidad socio-cultural?
-Niños y niñas tienen las mismas habilidades para estudiar matemáticas. Unos más que otros, según sus aptitudes, pero lo cierto es que aún hoy en día, niñas de cinco años muy buenas en matemáticas creen que esta materia es cosa de chicos. En Irán, sin embargo, hay más matemáticas que matemáticos por una razón cultural. Las matemáticas en Irán  son cosa de chicas.

-¿Podemos entonces decir que las diferencias cerebrales responden más al tipo de educación que recibimos y a las experiencias vividas que a una herencia genética propia de cada sexo?
-Exacto. Insisto en que hay pequeñas diferencias entre el cerebro de un hombre y el de una mujer pero no determinan sus comportamientos, destrezas o habilidades que tienen que ser cultivadas.

«Hay pequeñas diferencias entre el cerebro de la mujer y el del hombre, pero no determinan su comportamiento»

-¿Qué sucede con el comportamiento de los bebés no sometidos a la presión de los estereotipos?
-Todos se comportan igual. No hay género.

-¿Habría que educar a los niños entonces sin ser marcados por el sexo, en una especie de no-género?
-Ya hay padres que lo hacen pero el problema es que cuando salgan a la calle seguirán persistiendo los clichés de género. Lo importante es quitar valor al género.

-He leído que los cerebros femenino y masculino empiezan a diferenciarse en el embrión materno donde se condicionará su comportamiento adulto. ¿Es así?
-Se diferencian ya en el vientre materno. Hay quien sugiere que esa exposición hormonal también cambia el cerebro. No se ha podido probar por cuestiones éticas. Hay niñas con altos niveles de testosterona o niños con altos niveles de estrógenos. Todos los datos que existen acerca de este tema son equívocos.

-¿Por qué las mujeres son más proclives que los hombres a padecer alzhéimer o esclerosis múltiples mientras que el párkinson afecta más a los hombres?
Son muy buenos ejemplos de epidemiología relacionada de forma rigurosa con el sexo. El párkinson es un ejemplo muy bueno de la relación entre la biología y el entorno. Se está estudiando si es porque ellos suelen estar tradicionalmente más expuestos a toxinas y a sufrir traumatismos cerebrales o craneales. Las mujeres tienen un sistema inmunológico más eficaz que es bueno si no empieza a atacarte a ti misma. Esto es lo que sucede con la esclerosis múltiple. El área del cerebro más afectada en mujeres que sufren alzheimer es  el hipocampo y no sabemos si es un déficit biológico congénito desde el nacimiento. Son diferencias sexuales muy importantes vinculadas al cerebro.

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